sábado

Manías y otras tonterías

Hace unos días, me llegó la invitación por correo de uno de mis 17 seguidores para hablar de hábitos raros, manías, curiosidades…, y bueno, después de pensar un poquito les dejo algunas que, seguramente conforme me vaya acordando iré actualizando…

  • Siempre que platico, por alguna extraña razón me suele dar mucha comezón en la nariz (ya sé, un hábito horrible), pero, en realidad, es cuando me siento muy agusto tanto con la plática como con la compañía. Y no me pico la nariz, más bien es un movimiento casi involuntario a manera de Síndrome de Tourette.

  • Soy de frente amplia, y, es por ello que, no me gusta echarme el cabello hacia atrás… (una vez me dijeron que me parezco a uno de los integrantes de Moderato). Ya se me hizo la manía de traerlo al frente jalando y levantando el “pico-Eddie-Munster”, para siempre tener el cabello en la cara.

  • Me muerdo las uñas, mejor dicho, me las como. (y me encantan).

  • Siempre que voy al cine, acompañada –o no-, decido sentarme hasta adelante; procuro llegar temprano y colocarme enmedio de la sala, me alejo de la gente que come, odio el “chomp,chomp” de las palomitas y el sonido de las bolsas de papitas, detesto el olor a patas de los nachos.* (Nachos=botana con queso)

  • Tengo la obsesión de recordar, recordar y recordar... soy muy de fechas. Y todas las fechas las asocio con algo. Hay días negros en el calendario sólo por recuerdos asociados (y la mitad caen abril), y días que se presentarán buenos porque sí, por más recuerdos asociados.

  • Me cuesta horrores borrar mensajes de mi telefonito. En mi casa antigua tenía guardados mensajes de la contestadora de años y años antes. Con los correos electrónicos también me pasa, y cuando hotmail no daba casi espacio, fui creando varios archivos de word donde guardaba los mensajes y sus respuestas, haciendo conversaciones enteras de páginas y páginas.

  • Necesito dormir abrazando algo (o a alguien, mejor aún). Como duermo sola la mayoría de las veces, tengo un cojín (o varios) que suelo abrazar. Hablando de dormir, debo dormir con calcetines, no importa la época del año; si es verano y hace mucho calor, duermo con calcetines para el verano, si es invierno me pongo unos muy cómodos y pachones.

Hablando de ociosidades, manías, hábitos... ¿Cuáles son los tuyos? (Yo sé que tienes hartos)

jueves

A veces...

A veces, si tenemos flores en el jardín, ¿por qué no las regamos? ¿por qué no les cantamos? ¿por qué nos privamos su dulce aroma?

¿Por qué si disfrutamos del cielo, de las eternas caminatas tomados de la mano, de los aires nocturnos, con tanta ternura, con tanta ilusión, con sueños por cumplir; no nos decimos te quiero?

¿En qué momento la razón supera al amor, si es el amor el combustible de la razón? ¿Desde cuándo la emoción no es amiga de la razón?

Muchas veces no se necesitan dramas, ni grandes demostraciones, sólo es que a veces eres piel, no adivino. Y es que a veces, si hay tiempo, si hay sentimiento ¿por qué no lo cantamos? ¿por qué nos lo guardamos?................................................¿por qué lo necesito tanto?

Y esque sí, han venido a verme las lágrimas que se resistían a fluir…, otra vez.

lunes

De malas

Hoy visité al gastro.
Sí, a ese especialista en desórdenes digestivos. ¿Mi malestar? Náusea y mala digestión. Hoy, estuve de malas todo el día. Estoy de malas. Me doy cuenta que las náuseas son como todo eso que quiero decir y no sé cómo hacerlo. A veces respiramos tanta muerte entre tanta vida que nos sentimos intoxicados y, apenas dejo salir un debilitado y absurdo suspiro. La náusea, cuando no desemboca en vómito, se queda en eso, en náusea…, y luego se pasa. Quisiera gritar muy fuerte mis malestares, ser de esas personas que saben expresar bien sus rencores, sus corajes, sus molestias, sus mariposas muertas. Vomitar. Me duele el vientre de tener toda esa indigesta mezcla. Algún día me armaré de valor e inundaré al mundo de pelos y rabias…

(mientras, mi monita bailarina, se burla meneando la cabeza de lado a lado. Sonriente)

Grrrrr...

Mi primera taza

Es con los primeros sorbos de café que la cordura y la realidad se manifiestan; me emociona que se puedan presentar (no siempre a tiempo, son las 7:20). Esta bebida caliente nos recuerda al cuerpo y las decisiones que es tan preciso apresar; los pies se echan por fin a andar y, con la máquina ya encendida, los neurotrasmisores se ponen a trabajar. El sueño ya terminó y los cuentos ceden ante la realidad. Los ojos que miraban hacia dentro, se voltean y miran alrededor. Su efecto dura lo suficiente, para decirnos con qué pie vamos a iniciar el día…


¿un cafecito?

domingo

Domingo...

bailemos, antes de que se termine...

maria1

...quizá, y con suerte, la alegría dure hasta el próximo.


(solo era el pretexto de poner mi monita animada...
es mi blog, se vale ¿no?)


jueves

SUPERULTRAMEGADIGITALIZADOR de Ojos

Congelaré tu mirada,

me la guardaré, la retrataré, la analizaré muy lentamente, la colocaré encima de mi almohada, dormiré en ella, la vaciaré en mi bolso y la llevaré a todas partes; trataré de entender en ella tu alma, tus deseos, tus pasiones, tus tristezas, tus indicios, palpitaciones, cambios, tus mentiras, verdades, improperios, descomposiciones, automutilaciones, contradicciones, reinos, reinas, duendes, amores, sapos, pesadillas, maravillas, decepciones, manías, recuerdos, torturas, preocupaciones, rutinas, reacciones, obsesiones y obscenidades, repeticiones, quebrantos, memorias, matices, artes, coincidencias, compulsiones, rencores, ruinas, creaciones, visitas, letras, visiones…

martes

R. E. M.

Hay noches luminosas, noches en las que pequeñas casualidades se juntan y te dibujan una sonrisa en los labios. Noches-tesoro que guardar, y que acudir cuando andas con la guardia baja.

Hoy-ayer fue una de ellas... el sol vino a verme, me despertó y me acunó durante todo el día. Me sorprendí primero cantando; mi voz era terrible, y varias horas más tarde..., seguía cantando a voz en grito en inmejorable compañía. Canciones & R.E.M. en vivo es una gran combinación pendiente de patentar. (Aunque el güero de adelante no me dejaba ver nada)

Guardo el momento, sé que me hará falta...


(Muchas gracias por la invitación)

lunes

Sigo queriendo...

Ahora, quiero unos calcetines viejos que no se me salgan por las noches, necesito tiempo para rascarme la panza hasta sacarme ronchas, quiero trabajar solamente hum… unas… seis horas al día como tope. Quiero leche entera sin que mi barriga manifieste su intolerancia, deseo morderme las uñas sin remordimiento, quiero comer pastelitos y dulces y chocolates sin engordar. Quiero que mi boca no se canse de besar, mis pies de zapatear y mis ojos de mirarte. Quiero tener creatividad para escribir, quiero leer, quiero caminar hasta que mis pies no puedan más; quiero beber cerveza en una tarde de domingo, quiero alguien a quien llamar cuando me siento enferma, deseo que mi cuerpo no deje de acariciar emociones, que mis ojos no dejen de llorar, mi corazón de amar y mis labios de sonreír … quiero que este día no se acabe nunca...

Aladino...¿DÓNDE ESTÁAAAAAS? (creo que mi lámpara se fundió)

Cuéntanos... ¿Tú, que quieres?

sábado

...

¿Por qué tengo tantas ganas de llorar?

Tengo tantas ganas de llorar, que busco cualquier pretexto para hacerlo. Llorar, es dejar salir a los demonios que se enconan en el alma, y se la devoran de a poco. No es malo, es sano liberarlos de vez en vez y a todo pulmón.

Mientras tanto, ¡Ya sé! Me voy a comprar algún libro de autoayuda, de esos que se venden a granel. El otro día vi uno, se llamaba: “Cómo ser feliz” (¡¿cómo?!), era pequeñito y solo costaba cuarenta pesos. Regresaré a ver si aún está en venta ese, o algún otro como: “Soluciones simples a la preocupación”, o bien, "¿Por qué los hombres aman a las ca...nijas?" o, “Dieta milagrosa: baje kilos sin dejar de comer”. Seguro, con eso arreglaré mi vida, y llenaré el camino que pisan mis pies con piedritas de dulces de colores, y chocolates, y bombones de sabores; y quizá, sólo quizá, así se me quiten las ganas de llorar…

Ahí

Hoy estamos donde
no eres tú, ni soy yo,
sino SOMOS,
dientes que chocan,
atrapada ¿tu saliva o la mía?
y nuestro olor, sabor,
las temperaturas se homologan,
y nuestras pieles echan chispas.
Un enredijo de pies,
y manos y ombligos,
nuestra estructura se complementa,
y palpitamos,
y sudamos,
nos miramos

y bailamos a un ritmo
y nos abrazamos a la vez.
Ahí, es donde no hay tiempo,
espacio,
palabras,
frases,
solo ese perfil perfecto que nos conforma.

jueves

Extracto de un día gris

Camino y camino por las calles de la Zona Rosa. Sin cuerpo, miro las hojitas en el piso, regadas por todos lados, cafés y marchitas. La acera está llena de hoyos (todos hemos visto esas cosas, ya lo sé). Frente a mí, construcciones híbridas entre las grandes casas estilo francés de principios de siglo XIX, convertidas en bodegones mal pintados con colores horrorosos, y la mancha plana de concreto actual. El olor es acre, me pica la nariz, los autos pasan a mi lado, soplando vahos grises y malolientes. Sé que no es novedad describir estas sensaciones, pues todos alguna vez hemos caminado por calles, siendo nada, revueltos con el paisaje, inadvertidos por nosotros mismos, liberados de los pensamientos repetidos y repetidos como clavos en banco. Qué ganas de retroceder el tiempo hacia los años sesenta, cuando abundaban las librerías, las galerías de arte y no era raro encontrarse a Pita Amor declamando (o reclamando, je je) en plena calle. Miro discretamente los establecimientos, para ver donde se me antoja pedir un café, y sentarme un rato a seguir bobeando. Uno no porque es muy familiar, y no quiero a nadie cerca, otro tampoco porque está muy desangelado, y el otro tampoco porque se ve muy gringo. Me topo con una crepería, con un establecimiento de donas, con un restaurante chino (o ¿será coreano o japonés?) no le presto atención. Un aparador de Zara, atractivo, con modelos talla cero. Me siento estratégicamente para poder mirar a la gente pasar, en lugar de ello, miro mis manos y mis dedos, y uso la voz para pedir una taza, quizá dos, luego ¿volveré a ser la misma martillada por las nostalgias? Mejor sigo caminando, viendo los puestos con dulces y papitas, los niños sucios sentados en las paredes, el "viene-viene" me regala una sonrisa, la cual regreso amablemente, las construcciones a medio terminar, mis zapatos gastados.

martes

Querer queriendo

Tengo tantas maneras de decirte que te quiero, que no quiero que sepas en realidad cuánto te quiero, porque no quiero que quieras que te deje de querer por saturarte de tantos te quiero que quiero que quieras como quiero egoístamente que me quieras y si tan sólo tú quieres quererme, quiero que me quieras como quieras tú quererme o quiero que me quieras como tú dices quererme que no es lo mismo decir que querer… querer que lo quieran a uno es quererse a sí mismo con un querer que no quieres que te quieran… todo ésto lo digo: sin querer, pero queriendo muuuucho...


Fácil, ¿no?

A la orilla de mi cama...

Y, sentada en la orilla de mi cama
de espaldas a la ventana que da a la nada
un vecino asomará la vista
y la mía al Universo
al Universo de tus ojos,
al uni-verso (así es mejor)
de tu piel
y de tus pasos.
Hoy mi ambiente es una playa en invierno
un chocolate “inencontrable” en la despensa,
a la orilla de mi cama,
en mi playa en invierno
con un día por comenzar y una noche por soñar
una carta por escribir
un poema sin firmar
el chocolate por morder
y dos te quiero frente a mi taza de café
y tres, y cuatro.
Sin azúcar es mejor…
Y, de vuelta son las seis
solitaria
con un amor aislado de papel
un uni-verso en tinta azul
una playa en invierno.

Y te amo,
sentada a la orilla de mi cama
se me hace tarde
que ya son las seis con dos…

y ya es la hora del café.

domingo

¿Serán los dioses ocultos...?

… ¿o serás tú, DIOSITO?


Siguiendo con la línea anecdotaria, me acordé de una gran frustración religiosa de la que no he podido sobreponerme hasta hoy.

Todo papá, acostumbra enseñarles a sus hijos a rezar por la noche, o por la mañana, o al momento de tomar sus alimentos (pobres niños), en fin, la idea es que nos enseñan a rezar. Para mí era una buena costumbre (verdá de dios que sí), ya que, escuchaba por aquí y por allá:

-Diosito es bueno-.

-Pídele a Diosito (que es tan bueno), ésto y aquello-.

-Ay Diosito, ayúdame-.

-Diosito: gracias por el pan que me llevo a la boca-.


Todo iba bien, DIOSITO era mi gran cuate, hasta que, a mi ma
má se le ocurrió la brillantísima idea de llevarme al CATECISMO.

La cosa fue catastrófica, mientras más me decían quién era DIOSITO, menos lo quería conocer, mi DIOSITO terminó siendo dios, a secas. Nunca pude verle un rostro. En cambio, al que también le rezábamos, era a un pobre hombre que sangraba de manos y pies, y tenía una corona de espinas en la cabeza, que, por la expresión de su cara, parecía que le dolía mucho; yo esquivaba la mirada, me daba miedo, me ponía muuuuy triste… nada que ver con mi Diosito


Mi di osito, a quien además, me acostumbré a decirle: "Señor, tú que estás en los cielos..."; era algo como ésto:



Bueno, más o menos; fue lo más parecido que encontré (en google). En realidad mi Diosito era un graaaaan oso de peluche con cara de bueno, iluminado por el sol, que se asomaba por entre las montañas, cada que yo le rezaba...

pero como todos, crecí.


¿Buscar para encontrar o esperar sin buscar?


A veces, tratando de encontrar algo, que no siempre significa que exista, le hacemos demasiado caso a la lógica que, en ciertas ocasiones está llena de malos pensamientos y nuestro “sentido común” nos juega malas pasadas, que nos hacen aferrarnos a NADA.

Para encontrar algo se necesita de toda una actitud. De tener algo parecido a la fe, y creer en lo que dicen las personas aunque no se mire, de tener la sensación de que esa verdad está ahí, de que existe...

DEJAR de buscar “ESE ALGO” que deseas encontrar, quizá sea en el fondo más saludable que buscar dentro de una tenacidad insaciable, y dejar que las cosas aparezcan para sorpresa de uno o que simplemente no aparezcan, pero que no nos haga daño si eso nunca sucede.

Dicen, que el que busca encuentra. BUSCAR en vano, es desgastante, DESEAR encontrar algo es atroz, pero la verdadera pesadilla es ENCONTRAR para desangelarnos inmediatamente después… y ser eternamente infelices; aunque -como alguien me dijo una vez-, las cosas no sean como parece que son.

Para ti, Paul C.

Sobre la imagen:
google.
http://antisyphus.typepad.com/photos/uncategorized/detective.jpg

sábado

¡¡¡UN AÑO!!!

Pues resulta que estoy muy molesta con mi mala memoria. Los días 28 de cada mes, son (¿eran?) importantes para mí; un 28 es día de San Juditas, un 28 me separé, un 28 hubo un tráfico del mal, un 28… (suspiro…) pero, TODO SE ME OLVIDÓ (sólo me acordé del tráfico del mal). Además, si sumas 2 + 8 es igual a 10, que es igual al número de seguidores que me siguen. (pongan cara de asombro).

El pasado 28 de octubre, cumplí UN AÑO de llevar esta intentona de blog, y, ¿qué creen? SE ME OLVIDÓ. Ya me deprimí. José dice que eso significa (muy lindo él), que no es necesario marcar el número del acontecimiento importante, que todos los días son importantes. Sí, pero no. SÍ, porque en realidad TODOS los días SON importantes e irrepetibles, pero NO porque siempre tenemos, cada quien, NUESTRAS fechas importantes. Un cumpleaños, un aniversario, el día de San Juditas, el día en que abro mi blog, por ejemplo. (Ayyyy, me sigo deprimiendo…)

Bueh…, ya que me confesé, me enojé y me deprimí, quiero agradecer a toooooooooooooooooooooodos (los diez) lectores de mi bitácora (me siento como Seño México), sin ustedes, nada habría sido posible… (ajá...), pero siempre es reconfortante llegar y ver que hay un visitante o comentario nuevo en la bandejasss (eso sí). Gracias por seguir mis intentos de poeta de banqueta; alguien me dijo sabiamente por ahí que tengo el talento más no la técnica. Seguiré en la búsqueda de ella, ojala la encuentre pronto. Empecé este blog sin nada claro, y sigo sin nada claro aún (a pesar de las 154 entradas). Gracias a los que me tienen en su lista, gracias a los que guglean algo y llegan de puritita casualidad, gracias a los ya me tienen afecto, gracias a los que llegan de otros blogs, gracias a quienes leen con una tacita de café a un lado, gracias al amor, al desamor, a la pasión, a la verdad, al desasosiego, a la esperanza, al sexo, a la tristeza, a la vanidad.

A TODO y TODOS los que forman parte de esta bitácora en línea que es parte de mí desde hace UN AÑO (cuatro días) ¡¡¡MIL GRACIAS!!! Acá seguiremos hasta que no sigamos.



(Aquí, deberían entrar los aplausos).