sábado

Te cuento

Cruzamos miradas,
de esas largas, pausadas, silenciosas.

Nos hicimos de confesiones mutuas.

Conectamos los sentidos desde otra dimensión.

A los dos minutos me gustaste,
mantra te volviste.

Me agradas per sé...

Mirarte se comprende en adicción;

pues mirarte más deseo
y tal es el riesgo concebido en mí,
ya que al dejar mirarte,
mi deseo en mirarte más,

es creciente...


Estamos ahí ambos;
regalando a cuentagotas momentos.


¿Qué sientes al ser objeto del deseo?


Arrojo la carne al asador,
para tatuar tu nombre
Acá en mi epidermis.

Dispuesta para aventarme a volar sin alas

Corremos el riesgo de caer,

pero también de aprender a vivir...