miércoles

Una bella lectura...


En sus manos soy el libro del estremecimiento.
Mi lector voraz hojea mientras acaricia lentamente mi lomo
Al tocarme suavemente recorre con sus manos todas mis formas.
Entrega un dedo en mi boca y lo rescata empapado.

Entre tinta, papel, deseo…

Mientras va pasando mis páginas
detiene en el capítulo de la turbación
Sus ojos se pausan y fijan su atención.

Hunde su olfato en el centro mismo de la obra.
El olor característico de sus adentros
Lo convierten en el más envidiable de los placeres…

Vista, tacto, olfato,
hoy son cómplices para apagar la sed de un cuerpo
que a través de tan sólo palabras
Seducen hasta la cubierta más densa.

Abierta en canal, sintiendo sus manos,
gozosa de tenerle absorto, sin poderme dejar

Con el recreo de pertenencia, de tomar, de poseer
Llega al final, ya cansado y extasiado
Hasta cierto punto agradecido.

Se acabó la historia, llegado el momento
me toma entre sus manos
y dulcemente, me acomoda junto a él
para que, mañana al despertar;

en su regazo, y a su antojo me vuelva a tomar...