miércoles

Imposibles

En la vorágine de mi mente, en esa masa gelatinosa de tonos grises tres veces traicionera -como en mezcladora-, el NO casi se me convierte en un SÍ. El deseo me confunde para transformarse en duda eterna. Sé que todo tiene un derecho y un revés, pero al parecer en mí todo es al revés y lo revés es lo derecho. Algunas veces mis certezas se nublan, mis debilidades son más fuertes, las emociones ceden ante las razones (y al revés). El sentimiento queda sometido ante los hechos porque son los hechos los no cambiables. Digo con franqueza sí y me conviene decir no; lo uno y lo otro me gustan; lo uno y lo otro son opuestos; lo uno y lo otro son iguales. Quiero ambas cosas y no quiero ninguna. Soy gris, (ni blanca, ni negra), soy tímida, soy insegura, soy miedosa, soy lenta.

Soy química rara que todo lo que toca lo transforma en imposibles.