sábado

Un año que termina y uno que empieza


Este año se termina, al menos para mí. Es mi cumpleaños. Terminé de vivir mis 37 añotes y como a eso de las 5 am, comenzaré a vivir los 38. Qué mejor manera para celebrar, que retomando el blog de reflexión con café tibio a medio terminar.

Lo pensé, y ... ¿por qué no?

Siempre me ha gustado abril. Un bonito mes para nacer; es el mes de la lluvia, un mes de letras breves, pero bonitas al acomodarse entre sí. Me gusta la letra "A"; combina con todo. "(...)con sus dos patitas muy abiertas al marchar.", cantaba Cri-Cri. (Aunque una de las patitas ande medio atrofiada, quizá por el exceso incurrido en el uso de los pies). A veces pienso que cada uno de nosotros tiene una cantidad limitada de letras por usar. Mis letras "A" se están desgastando -creo- pero mi nombre tiene varias y se necesita de mucho esfuerzo para borrarlas por completo, aunque en ese intento, se limiten las sonrisas y los movimientos masticatorios de seguridad se ralenticen como el metabolismo mellado por los años.

Si cerceno mis 38 por la mitad, voy de vuelta a los 19. Recuerdo lo que leía, lo que veía, la información de segunda mano que tomaba como una primera. En lo amoroso, veía a los toros aún desde la barrera; eran "otros" los que daban estocadas, los que jugueteaban con dagas encima de los caballos. Los animales eran ellos, no yo misma que sólo imaginaba cosas. Ahora soy yo la que dibuja bocas en el aire, como en el capítulo siete de Rayuela, y debajo de mi piel se asomó un tipo de ansiedad compleja. A los 19 yo sólo veía mapas y valientemente trazaba rutas para explorar. A los 38 he pisado el territorio y si bien he sido valiente al caminar por senderos nuevos, no es lo mismo estudiar mapas, que caminar por los territorios, por más que hayamos estudiado el mapa. Mis pies ya tienen callos, (literal) y por ahí leí que no es bueno hacerse de callosidades, ni por dentro, ni por fuera... al final, con todo y su dureza, igual duele.

Y bueno, por ser abril, por ser Aries, por ser aire, por ser la primera letra del alfabeto, por saber combinar, por ser un angelito corrompido, por las histerias y las historias que también quedan en memorias, por empezar por el final, por ser AIRAM:

¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!! ------------------ a mí.