lunes

Parece, pero no es queja

A veces, odio la realidad…, quisiera que no fuera así. Las personas no van por la vida expresándose abiertamente. Para empezar, necesitamos cubrirnos con harapos; trozos de tela mal cortados que "tapen" nuestras partes nobles para poder presentarnos en público.

El que me diga que va de sincero por ahí, que mejor se guarde tanta palabrería, pues no le creo naditaa.

Hay que lavarse la carita, el diente, (como Pinpón), desenredarse el pelo y, si nos dan tirones, no llorar, o no sé qué… Usar ropa que te cubra, poner buena cara, no decir malas palabras, mentir, cooperar en planes generales, pagar tus deudas: la renta, el teléfono y la luz…, saludar al vecino, mantener un blog. Si eres hombre, te rasuras; si eres mujer (a veces), hasta te maquillas; usas desodorante y de vez en vez mojas tu cuerpo con jabón (otra vez Pinpón)…

No es posible ir por la vida oliendo como te da la gana, o con ropa sucia, o sin ella; no podemos andar diciendo realmente TODO lo que pensamos y sentimos; si lo haces, eres un antisocial, un loco, un inconforme, tienes problemas… tampoco podemos hacernos pato con la renta, el gas, el teléfono, el servicio de Internet. Prohibido estacionarte en las esquinas y ni se te ocurra llegar tarde al trabajo…

En una de esas, si nos descuidamos lo suficiente, muy pronto tendremos un chip abajo del pellejo que controlará nuestras vidas…

¿Juegas el juego de "La realidad"?