viernes

Enamórate de mí

No lo pienses tanto y enamórate de mí
tengo claro que mi locura te traerá tristezas
pero también te cubrirá de esencias
que tu no conocías
porque la vida las esconde en ese rinconcito
a donde solo los locos llegan.

lunes

Ven


Lo sé, trasciendo sin ti y me quedo sin habla.
Debo dejarte a un ladito.
Seguir junto a ti sin estar.
Cobijarte sin darte aire.
Ser tu esfinge, tu peón.
Seré la figura que entre sombras vela tus sueños.
Seré los brazos que te rodean sin que sientas que te protejo.
Duermo a tu lado sin que notes mi presencia,
te miro y te cuido, te observo y sonrío.


Tus ojos, redondos y pequeños,
se clavan en una especie de intersección en mi deseo.
Tu boca entreabierta, entrecerrada
No ha sentido el beso húmedo que te dejo.


A veces, hay que perder algunas monedas,
un poco de tiempo, unas tardes soleadas…
A veces, nos encontramos un corazón,
un caramelo, un dije, una caída de sol…
A veces, nos encontramos con la saciedad
de comer un chocolate a mordidas…
y encuentras la felicidad
Que no da cabida a los jamases
Ni a los nuncas


Ven, amor, siéntate conmigo a la mesa.
Sube los pies a la silla.
No comeremos ahora, no es necesario.
Vamos a mirarnos
Vamos a gritar
Vamos a cantar
Vamos a contar cuentos del alma…
Platiquemos de ideas que no sé explicar
Tortúrame con tus palabras.


Tu cuerpo se acomoda al mío
Como caracol
Y me dejas escuchar al mar muy dentro de ti
El suave y recio sonido del mar.


Vienes y acaricias mi cara
Para memorizarla…
Vienes y guardas tu distancia
Para reventar como burbuja
Y tus ojos redondos y pequeños
Me miran otra vez
Y los acaricio

Porque ya estás triste otra vez…

sábado

Frente al espejo...

En este momento estoy mirando mis pies, mis manos, mi ombligo…, todos lo hacemos, todos tenemos esa capacidad. Sin embargo hay partes de nosotros que no hemos visto detenidamente, como es nuestro rostro. Ya sé que lo hacemos todos los días pero no hemos analizado directamente ese gran sello de identidad que nunca lograremos percibir con nuestros propios ojos. Para conocer esas partes ocultas a nuestra mirada necesitamos de un espejo. Del mismo modo, en nuestra personalidad hay partes ocultas a nuestra percepción para las cuales también necesitamos de un espejo, y el único espejo en el que lograremos vernos es en otro, es decir, en otra persona. Cuánto más cerca se está para mirar la imagen reflejada, más clara será la percepción de uno mismo…y el mejor, el más preciso (y el más cruel de los espejos) será la relación de pareja. Yep, así es, la pareja. Ni la familia, ni los mejores amigos…, la pareja.

La pareja es el único vínculo en el que se pueden reflejar nuestros mejores y nuestros peores aspectos. Hoy lo sé. La familia y los amigos, sin duda nos conocerán muy bien, pero es en la pareja en la que descargamos todo lo bueno, todo lo malo, todo lo oscuro, todo lo maravilloso y también todo lo cruel que podemos ser y será esa persona quien lo recibirá y a quien le afectará más que a otra persona. La familia es la familia y siempre nos querrá incondicionalmente, y a los amigos siempre los querremos como amigos, pero, ¿y a la pareja? A la pareja se le quiere incondicionalmente sólo cuando hay amor de verdad, sólo cuando se logra tener un amor maduro, que, se dice fácil, pero es más complejo de lo que se cree. El amor maduro es cuando se logran superar conflictos y las diferencias. Cuando logramos descubrirnos para conocernos, para estar en contacto con lo que le pasa a uno interiormente. Cuando logras superar los enfados y los dolores de relaciones pasadas y no nada más las traes a tu presente, sino logras, con base en esa experiencia cambiar tu futuro. Ése es un amor inteligente. No todas las personas logran luchar en contra de sus propios demonios, y es más, convencerlos para que estén de su lado y sean parte de esa consciencia, y así poder discernir y desechar lo que es paja, lo que no se necesita, lo que no se quiere. El que logra reflejarse y descubrirse en otra persona es muy afortunado, sin duda. Porque es muy común disparar las viejas heridas y volver a lo mismo; lo único que cambia es el interlocutor.

Solemos culpar al otro del fracaso, cuando la realidad es que nunca nos miramos detenidamente frente al espejo…

Es por ello que hoy me considero muy afortunada por haber abierto los ojos y quedar deslumbrada frente a la luz de mi espejo.


Sobre la imagen:
Mujer ante el espejo.
Picasso, 1931.


sábado

--Pinches hormonas--

Sííí…

De pronto las pinches hormonas se apoderan de mí y hacen de las suyas…

Ya estoy convencida que el término bipolaridad” surgió del cuadro agudo de angustia de una mujer hormonal próxima a estar en sus días…, que ciertamente, desemboca en un trastorno de las emociones.

Brincas de la euforia a la depresión, de la depresión a la falta de placer; de la falta de sueño, como a dormir demasiado; de sentirte importante, a los sentimientos de minusvalía…

Ahhh, me limito a decir… “Pinches hormonas”…, Me entienden, ¿Verdad, chicas?

No se preocupen, soy inofensiva (creo)…

Asté disculpe…

Muñeca rota.

Muñequita rota, de ojitos tristes, cabello alborotado y manitas maltratadas…

¿Qué te ha pasado? ¿Dónde quedó tu sonrisa y tu calor?


Te escondes en el fondo del armario para que nadie note tu presencia, aunque tu presencia es la esencia de pupilas ajenas. Te escondes en tu soledad y en tu llanto para querer volver estar a solas y llorar hasta secarte.


Muñequita rota. Sal a la luz. No tengas miedo, el roba-muñecas se ha ido, y no todo es una mentira. Muñequita rota. Déjate ser reparada; permite que se te acerquen. No tengas temor, no es para dañarte, sino para remendarte.

Muñequita rota, de cara de luna, ojos claros y zapatitos rotos…
Mirada profunda, casi perdida; ves pasar la vida desde el rincón, esperando, esperando, esperando…

Muñequita rota, con sueños de trapo, porcelana o plástico, de vestido raído de princesa, inmortal, encadenada al circo de la sociedad y de ilusión maquillada.

Muñequita rota. De largo camino recorrido, no todo está perdido…, aún hay mucho por andar…

jueves

Qué chafa...


Mi boca sólo se limita a articular un par de palabras… TE AMO

Mi cabeza sólo puede pensarte.
En colaboración con mis ojos, hacen que las imágenes se conviertan en algo parecido a los sueños.

Mis manos sólo pueden dibujar el camino de tu piel; inicia con las texturas de tu rostro y los sutiles araños que a mis dedos les da tu mentón.

A mis pies los debo detener, para que no salgan corriendo a alcanzarte.

Mi mente lo controla todo, sí.

Pero a mi boca, a mi cabeza llena de imágenes, a mis manos, a mis pies…, esta mente incompetente no ha sabido controlarlos…

domingo

¿Hombres..., perfectos?


Esta pregunta me la hizo una amiga en una de esas charlas que solemos tener las mujeres.

Ella; -y aclaro que fue a manera de broma-, alegaba que, el hombre perfecto debe ser apuesto, rico, complaciente, comprensivo, que a todo nos diga que sí, amante de su hogar –pero que salga a trabajar-, jovial e ingenioso, que le gusten tus amigos y que se lleve bien con ellos, que no le encante el sexo, pero que sepa satisfacer todos los anhelos de su mujer, que tenga personalidad y se preocupe de su físico, Que se pueda hablar con él sin tapujos ni coacciones de tipo moral ni religioso. Moreno de preferencia y ojos claros. Estatura de 1.80. Que quiera hijos- no más de dos- Que comparta ciertas aficiones, que le guste salir y bailar. Que sea divertido y que le guste viajar a las islas Fiji de vez en vez…

Wooow…, ¿Será posible? ¡AAAAAhh! y olvidé mencionar: que le encante su chica tal y como es y no tenga más ojos para otras mujeres más que para ella. (Sííí, con todo y los gorditos que rodean su cintura y sus pechos pequeñitos…)

Ése es el hombre perfecto…, al menos para ella.

Yo, como soy una persona que lleva su vida por y para el amor, (otra vez con mis cursilerías) creo que mi hombre perfecto es aquel que comparta esa capacidad de analizar a las personas con sólo mirarles a los ojos. Mi hombre perfecto es aquel quien no recarga la felicidad en posesiones materiales, sino en la cantidad de respeto y amor que se logra acumular. Para mí el hombre perfecto es aquel que funciona como mi cómplice; aquel que se acopla a mí en el juego de la inteligencia. Aquel que logra captar, mediante la más profunda atención mis movimientos que van desde mirar mi celular para revisar la hora, o la manera en la que me agacho para ajustar la correa de un zapato. El hombre perfecto es quien te logra descomponer en átomos y te regresa a tu estado natural. Es quien te desmonta y te vuelve a montar pero ya convertida en mujer. El hombre perfecto es impredecible pero adaptable. Lucha por los derechos de propios y extraños, pero siempre cobijado por la bandera del respeto. Para mí el hombre perfecto debe ser romántico y soñador; aunque la palabra está prostituida, trillada y el común de las personas no saben realmente lo que eso significa.

Buuuu

Por lo pronto, sé que el hombre perfecto no existe. A medida que nos vamos conociendo a nosotros mismos y conforme estemos claros de qué es lo que se quiere; con un golpe de suerte, por ahí afuera anda rondando y esperando tu “hombre medio perfecto”

…, ¿No crees??.


miércoles

Que alguien les diga...

Alguien que les diga que no dejo de añorar, que la nostalgia y la melancolía son cómplices y me juegan malas pasadas.

Alguien que les diga que por las mañanas llego a espiar, a seguir sus pasos con mesura.

Alguien que les diga que me paseo afuera de su casa, miro a su ventana, por largo rato..., casi a escondidas, pasando inadvertida.

Alguien que les diga que su risa es mi recuerdo, parte de mi alimento.

Alguien que les diga que extraño ser a quién interceptan, para jugar o para charlar, quizá para confesar.

Alguien que les diga que la lejanía azota y que invade mis angustias.

Alguien que les diga que lo siento, que no ha sido mi intención.

Alguien que me preste su identidad para poder no ser yo y así lograr acercarme más.

Alguien que les diga que estoy incompleta, rota…, pero en construcción.

Alguien que les diga que levanten el teléfono, para escuchar una respiración, un saludo, un “hola”, cuando menos.

Alguien que les diga que en mi pecho nacen suspiros que me hacen calmarme, para no morir de a poco.

Alguien que les diga que en mi mente atesoro los recuerdos y los recreo como historias magníficas, únicas y fantásticas.

Alguien que les diga que por las noches, mientras mis ojos se cierran; son la última imagen que mi memoria repasa.

Alguien que les diga que miles de “te quiero” he lanzado al viento, -con la aislada-, con la leve esperanza de que sea el viento, el portador de mis mensajes.

Alguien que les diga que desde mi trinchera les escribo, palabras, palabras y más palabras…,

que para el mundo, éso son… tan solo palabras, pero para mí, son el cauce del dolor; el alivio y el consuelo de su amor .


lunes

Si te dijera...

Si tan solo te dijera
que son mis ojos los que no te miran
sino mis sentidos que interpretan en metáfora tu presencia.

Si tan solo te dijera
que el momento de la espera
en eternidad se dilata.
Que la ausencia desespera y la tentación me altera.

Si tan solo te dijera
Que bajo el picoteo de la lluvia de abril,
que no moja, ni humedece
pero a mi piel rejuvenece…

Si tan solo te dijera
Que he vuelto a mi más tierna juventud
hasta el útero materno,
acordonada en paz
porque al cerrar los ojos desfila la verdad.

Y si te dijera,
que con el paseo de las cuatro de la tarde
sentados en un punto de esta jungla de concreto
entre autos y personas sin rostro,
las horas dejan de ser horas
para convertirse en momentos,
que dejan de ser minutos
para ser instantes
y los segundos en chasquidos.
Y si tomamos estos trances
y si los fundimos en mi bolso que hace magia
encontramos que no son días, horas, segundos
o momentos, trances, ni chasquidos…

Si tan solo te dijera
Que el tiempo no es tiempo
Que mi inconsciencia no tiene tiempo

Que son eterlunas nuestras eras,
Que son eterlunas nuestros espacios.
Que son eterlunas nuestros días

..., y en eterlunas relatadas
las memorias de dos vidas…