miércoles

Con las gafas puestas


Me colocaré las gafas derretidoras de toda realidad obnubilada. Quisiera derretir todo lo que está pegosteado e iniciar un viaje hacia lo difuso. 

Es necesario.  

Voy a escuchar toda la música que pueda encontrar. Sé que muy pronto descubriré cómo, entre nota y nota, la realidad se desvanece y se convierte en magia otra vez. Bailaré con mis pies descalzos entre las flores de colores y naturaleza transformada en psicodelia pura. Beberé muchas copas y sentiré el líquido disuelto en todo. Podré sentir el deshielo y veré cómo se transforman los colores con la luz.

Me desnudaré despacito y cada prenda la pondré en su justo sitio. Luego, después de haber bailado un rato con la piel completamente descubierta,  repararé con pedacitos mis alas, eso sí, teniendo precaución para que estén equilibradas, poniéndolas con mucho cuidado en cada lado de mi cuerpo.

 Más pronto de lo que creo, con mis gafas puestas, habiendo derretido mis miedos y pesares;  habiendo reparado mis alas con trozos de recuerdos; habiendo bebido más de la cuenta;  desdoblaré un vestido nuevo, y me lo pondré aunque nunca use vestidos, en una de esas (y con suerte), está hecho justo a mi medida…