miércoles

El cambio.

Desde mi nueva casa veré autos pasar
y ojos mirando para adentro.
Ya no más comodidad
ni café humeante por la mañana
(ni cafetera tengo).

La pregunta es si tendré la frescura y la fuerza
para disfrutar del cambio,
o me quedaré escarbando paredes
cada vez que mire por los cristales de la nueva casa…

(solo espero tener mesa para cuatro de vez en vez)