lunes

¿Qué pasaría si vuelvo?

Si lo vuelvo a hacer...

Nada.

Todo ha cambiado pero todo sigue igual; en singular y sin plurales. Como en espera de la próxima guerra, pero en paz.

Quizá hemos llegado en paz, pero en singular... A luchar.

miércoles

Esto de ser o no ser...

Ando en estado "roboto", le llamo. Con la sensación de estar rodeada de sonidos sin forma, reflejos celestes. Caras nuevas. Soy pésima para las caras nuevas; me cuesta trabajo relacionar el nombre con la cara. A la de a lado le digo bruja, a la de la limpieza le digo Mari y a la de recepción, guapa. Y sí, es guapita, y no, no recuerdo su nombre.

Decía que me siento como si los días de estas últimas dos semanas, fueran los primeros lunes de año nuevo: "Lunes de sin certezas", les llamaría yo. (Ya sé que no sé lo que todos saben hacer.) Me hago bolas, dudo, pregunto, ¡cómo quisiera encontrar el punto de apoyo entre duda y duda!

Mi entusiasmo anda en un tren subterráneo atemporal. Yo sólo espero que el golpe de viento me lo traiga de vuelta un martes...

Me he dejado de teñir el cabello y lo natural me ha traído suerte. Y aunque quedan restos del rubio-dorado-cenizo-poroso (esto último no lo decía la cajita), el efecto que provoca es como de atardecer soleado. Bastante bonito, en realidad.

El asunto es que, quiero sonar convincente de que el cambio ha sido para bien, que el presente nos regala infinitas posibilidades, mañanas de otoño veraniegas, café y galletas, y una buena dosis de ingenio inventivo para enfrentar la transformación ... sin culpas.

Hasta la próxima, robotos.


domingo

Lunes de "terror"

Y bien, miremos con expresión dominical el lunes que se aproxima.

Necesito un espejo de Alicia para entrar yo misma en otra dimensión, quizá una realidad "alrevesada" en formas. Es decir, desestratificarme y saber que sigo siendo yo, pero que no tengo un hermano de nombre Daniel, ni que vivo en el Río Nazas. Pensar en uno en otras circunstancias; en otro país y en otras épocas. Pensar en nuestros "yo" más a manera de subconsciente, rescatando la intuición: el "me late que...". Creo firmemente que los "humanoides" tenemos muchas personas dentro de uno mismo y, si se puede imaginar, se puede hablar de ello.

Y a todo esto, ¿qué tiene que ver con mi lunes de terror?

La respuesta es mucho más simple de lo que parece: Hay que levantarse temprano, parecer natural junto con los cuatro mil terrícolas que están allá afuera apunto de lanzarse al bullicio citadino; sonreír de vez en vez y disfrazarse de interés. Cuando una se acostumbra no es tan malo como se lee; al contrario, es una fortuna el tener tantas vidas dentro de uno mismo: salen al rescate justo cuando se les necesita y lo metódico de la labor, hasta puede resultar "estrambóticamente" agradable.


martes

Semana de redención

Uno de los mayores peligros de la Semana Santa, es que son santos en verdad.
Para mí todo en esos días es sueño, vacación y ficción. Me entretiene (y no lo digo con desdén), ver a los feligreses soñando con su redención. Los jefes de Estado, se limpian con agua bendita las costras de sangre adheridas en el alma, los fantasmas son atractivo turístico, y los más jodidos parte del mobiliario. En Semana Santa, no se bebe (o se bebe vino y los bailes son a manera de ritual); en Semana Santa no se come carne, sólo se extermina. Luego de Semana Santa, –si la fe lo permite– el poderoso obtendrá boletos para alguna beatificación, esperando quizás, poder tener un pedacito de cielo antes de que las treintaypicomilalmas no le dejen lugar en el próximo ADO rumbo al descanso eterno y en paz.

lunes

Bucle

Hace cuatro o cinco ENTRADAS, les contaba que era mi cumpleaños.

Mira que las distancias son cortas y el tiempo acelera en proporción a la edad, pues, ya estamos nuevamente con serpentinas, globos, regalos, fiestas y pastel. Bueno, digamos que hubo pastel. Lo otro quizá venga en un par de apuntes.

Esta tarde, "una de mis yo" decidió eliminar la filosofía de los "miércoles": tan lejos del lunes y tan cerquita del sábado. Esa rebanada de mí, se alejará de las melancolías: se concentrará en atacar los pendientes de los lunes y del rojillo Marte; el jueves será hombre y el bucle comenzará de nuevo un viernes. Los sábados y domingos volveré a tener 11 años, "energía" de 19, y responsabilidades de la mujer de 39 que la partida de nacimiento "dice" que soy.


viernes

Sobreviví a marzo

Hola.... hola...
María intenta hacer contacto con los internautas cuarta generación.
Si ello se logra, lanzar una letra, la que sea; de lo contrario, este blog se auto-destruirá en...
.
.
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(el cursor tintinea)

fin
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Negros

jueves

Me dijeron...

Me dijeron que los monstruos no existen. (Pero yo le creí a mamá)

Tuvimos una mamá poco convencional. Una mamá libre pensadora, analítica, permisiva; una mujer garabateaba con el gato mientras ponía el ojo en sus crías. En la mamila de la menor había café con leche, los viernes eran días de comer cochinadas, y nos daba la responsabilidad ENORME de cuidarnos solos la mayor parte del tiempo.

Cenábamos café y pan. Luego de arroparme y platicar un ratito, trataba de convencerme de que la silueta deforme con dientes, granulienta y cabeza desproporcionada, era mi toalla hecha bolas y que, debajo de la cama, sólo estaban mis cacharros que se iban acumulando tras mi fallida súperlimpieza general (generalmente todo iba a parar debajo de mi cama.) Muchas veces le dije que le tenía miedo a los monstruos. Mamá decía que los monstruos nunca aparecían de noche; que de noche, una larva se vestiría de mariposa, que de noche, un grillo cantaría, y de noche, mi cabecita contaría cuentos incontables. Finalmente me quedaba tranquila y ella se quedaba tranquila de saberme tranquila.

Poco a poco no sólo entendí que, ni los monstruos, ni los fantasmas, ni los poderes especiales para levantar mi cuarto existen, sino también comprendí que Dios y El Infierno son una metáfora; pues tanto los monstruos, como los demonios y los santos, toman cuerpos de ladrones, de curas, de estafadores, de políticos, de secretarios de hacienda, de locutores, de autoridad, de artistas de cine, de profetas...

También me dijeron que los monstruos no podían ser presidentes, que los santos no pagaban impuestos y que los demonios no van al cielo...

Pero nunca me dijeron ...

que las mariposas sólo viven un día. (Y eso, me lo contó mamá)






martes

Si me pagaran por soñar...

Si me pagaran por soñar, Slim sería mi "chalán" y Mr. Magoo, mi chamán.

Se sabría de monstruos vírgenes, de helicópteros mutantes, sueños pintados de blanco, cucarachas asesinas, fábulas sin sentido, bibliotecas que se rentan como hoteles de lujo...

Si pagaran por los sueños, nadie querría estar despierto y los sueños serían parte de la corruptela humana. Se traficaría con las fantasías en lugares oscuros, tenebrosos y húmedos. Los traficantes de sueños serían obesos, siempre bebiendo caro y fumando de esas pipas que dan risa y están de moda. Las ensoñaciones tendrían un precio, los terrores otro y las mentiras lujuriosas del cerebro, serían usadas en extractos prácticos cuya sustancia activa fuera tan placentera como la de un orgasmo...

Si pagaran por los sueños, la televisión sería una bonita repisa para acomodar sombreros de colores. Llegaría a París por las noches (cada noche) con mi amado; y por las mañanas ya me habría inventado una cura no dolorosa contra el cáncer; le entendería a las ecuaciones y la mecánica cuántica me haría los mandados...

Si me pagaran por soñar, sería rica además de esquiza y deliciosa. Si pagaran por los sueños, el terror colectivo sería no soñar y el insomnio: un problema de salud pública. Yo soñaría que sueño, y no sabría si sueño o despierto, si sueño o si es mentira que sueño: ¡estaría en vigía de mi sueño! (seguro) lo sabotearía y siempre estaría despierta y cansada; anhelaría dormir siempre... y enloquecería, alerta a mi pobre realidad sin sueños...


miércoles

¿Sí?

¿Alguna vez les he contado que mi palabra favorita es ?

Pues .

, es mi palabra favorita. Chiquitita, simple, sin ostentaciones, ni rimbombancias.

Y es que, parece sencillo el camino hacia la afirmatividad, pero no lo es tanto. Habemos quienes nunca decidimos, no sabemos de certezas, de síes; siempre la pasamos esperando señales de aprobación, como si aparecieran de pronto dentro del refrigerador o debajo de la cama. Es disfrutable el casi, el creer que se puede, primero poniendo un pie y luego el otro.

La ecuación es sencillísima:

deseo + ¿puedo? + lo intento = SÍ

Es tan bonito decir que , que si se miran al espejo, éste se dibuja con una tenue (casi imperceptible) sonrisa.

El , por sí mismo, es un cuerpo prendido; son dos letras de luz fortísimas.

No es lo mismo un ajá, o un mhjmm o un oquei que un lleno de seguridad.

, se vale escribir sobre lo ya escrito.
Y reescribirlo de maneras esperanzadoras, o divertidas.
, se vale tejerlo y destejerlo todo de nuevo.
, se puede diseñar, construir, desear.
, se vale equivocarse.
, se puede perder una.
Pero , existe la manera de encontrar el camino.



sábado

Un año que termina y uno que empieza


Este año se termina, al menos para mí. Es mi cumpleaños. Terminé de vivir mis 37 añotes y como a eso de las 5 am, comenzaré a vivir los 38. Qué mejor manera para celebrar, que retomando el blog de reflexión con café tibio a medio terminar.

Lo pensé, y ... ¿por qué no?

Siempre me ha gustado abril. Un bonito mes para nacer; es el mes de la lluvia, un mes de letras breves, pero bonitas al acomodarse entre sí. Me gusta la letra "A"; combina con todo. "(...)con sus dos patitas muy abiertas al marchar.", cantaba Cri-Cri. (Aunque una de las patitas ande medio atrofiada, quizá por el exceso incurrido en el uso de los pies). A veces pienso que cada uno de nosotros tiene una cantidad limitada de letras por usar. Mis letras "A" se están desgastando -creo- pero mi nombre tiene varias y se necesita de mucho esfuerzo para borrarlas por completo, aunque en ese intento, se limiten las sonrisas y los movimientos masticatorios de seguridad se ralenticen como el metabolismo mellado por los años.

Si cerceno mis 38 por la mitad, voy de vuelta a los 19. Recuerdo lo que leía, lo que veía, la información de segunda mano que tomaba como una primera. En lo amoroso, veía a los toros aún desde la barrera; eran "otros" los que daban estocadas, los que jugueteaban con dagas encima de los caballos. Los animales eran ellos, no yo misma que sólo imaginaba cosas. Ahora soy yo la que dibuja bocas en el aire, como en el capítulo siete de Rayuela, y debajo de mi piel se asomó un tipo de ansiedad compleja. A los 19 yo sólo veía mapas y valientemente trazaba rutas para explorar. A los 38 he pisado el territorio y si bien he sido valiente al caminar por senderos nuevos, no es lo mismo estudiar mapas, que caminar por los territorios, por más que hayamos estudiado el mapa. Mis pies ya tienen callos, (literal) y por ahí leí que no es bueno hacerse de callosidades, ni por dentro, ni por fuera... al final, con todo y su dureza, igual duele.

Y bueno, por ser abril, por ser Aries, por ser aire, por ser la primera letra del alfabeto, por saber combinar, por ser un angelito corrompido, por las histerias y las historias que también quedan en memorias, por empezar por el final, por ser AIRAM:

¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!! ------------------ a mí.


sábado

Despedida

Así como toda  taza de café tiene un fondo, toda reflexión llega a una conclusión.

Ha llegado el momento de decir adiós a los ojos que me acompañaron a lo largo de año y medio de compartir sentimientos. Este blog se inició de manera incierta, sin nada claro y poco a poco se volvió un pedazo de mi corazón. Hoy, este corazón está en silencio, en proceso de sanación y para sanarlo, siento la necesidad de cerrar capítulos. Acabo de despertar de un sueño largo y profundo, un sueño que fue un punto de quiebre.

Muchas veces en este espacio compartí mi presente y mi futuro quizá en historias inefables, me miraba en este espacio ya vieja y achacosa escribiendo y revisando blogs amigos, encontrando cosas interesantísimas en muchos de ellos. Surgió afecto por muchos de ustedes. Sentí esa necesidad de desnudar ideas frente a muchos lectores sin rostro; sin pensar en ser juzgada por lo que se siente, se dice, por lo que no digo o por lo que pienso.

Sinceridad, por ello cierro este espacio. Una vez que faltas a lo que tanto te autocensuras y ya no eres fiel a lo que predicas, debes silenciarte para volver al punto de partida haciendo autoevaluaciones y ser duro contigo mismo.

Cierro este blog por los gratos recuerdos, por las locuras de amor; cierro este blog por las letras que debí escribir en él y no lo hice; lo cierro porque el sentimiento quebrado no me permite seguir escribiendo en esta hoja en blanco; lo cierro porque no me siento bien, porque no es justo compartir tanta tristeza; lo cierro porque siempre sé qué decir cuando ya pasó su momento; lo cierro porque me niego a ser falsa, y para encontrar la verdad se necesita empezar de cero.

No sé si en algún tiempo volveré a escribir aquí, o si abra otro espacio. Lo que sí debo hacer, es agradecer a todo el que pasó por aquí e imprimió un comentario: al DR. JJ, EXENIO, HORACIO, GRACIELA, MAGDA, A GAVIOTA, PEDRO MIGUEL, ROXANA, A ROSARIO, A MI AMADA FABIOLA, a los amigos; debo agradecer al anónimo y a muuuuuchos  otros que ahora no tengo la cabeza para escribir; pero sobretodo un agradecimiento muy especial a mi gran inspiración, a quien dediqué en su mayoría lo aquí escrito: al amor de mi vida.

Y ya para terminar, soñé que era otro el final de la historia, y seamos sinceros, soy pésima escribiendo historias pero, es increíble lo que puede lograr un sueño que tuve…

 

HASTA PRONTO, SIEMPRE FUE UN PLACER…

 

MARÍA

martes

Hoy

MAR

MARaña

MARavilla

MARchar

MARchito

MARea

M A R Í A

MARzo

MARtirio
.
.
.

MARTES

jueves

Despertar

Al sonar el despertador maldito, abrí los ojos y evocaba otros despertares; recordé esos ojos brillantes y cristalinos. Pensé en su rostro demasiado cerca, mientras besaba para sentir su carne dulce y húmeda llamada boca. Pensé en la textura de sus brazos y manos de hombre, pensé en el postre de la cama, en las horas platicadas.

Pensé en mi anhelo de que regrese lo que aún no se ha ido…

...

y ya.

viernes

Reflexión con café

Cada noche que llego a casa, ya cansada, lo primero que hago es cambiar los tacones por unos calcetines, el sostén por camiseta, me desmaquillo y me siento en el banquito de la cocina. Mientras el café queda listo, repaso las horas: lo que hice, lo que me faltó por hacer, las palabras no dichas que me guardé, las que solté, los silencios que rellené con algún chistorete o con lo que no quería decir. Suelo pelearme conmigo por largo rato hasta tener la capacidad de poner nombre a las cosas que me pasan por dentro; a los sentimientos, a los pensamientos, a las emociones. Me gusto cuando soy capaz de traducirlos en palabras, y compartirlas. Es verdad que al hacerlo me convierto en hoja en blanco donde se dibuja un mapa con puntos débiles, pero creo que a quienes me rodean les facilito las cosas, es decir, no tienen que jugar a adivinarme constantemente. Sé que pierdo seducción y atracción, porque no hay siete velos que levantar para conocerme, pero en respuesta gano confianza y cercanía que me hacen, a final de cuentas, un libro abierto de generosa lectura. ¿o no?

martes

Ausente

Se me salpicaron los brazos de ausencia. Los ojos no encuentran. Mis dedos no tocan. El corazón late sin saber por qué. Los labios se mojan con té. La saliva se seca. Los sucesos quedan dentro. Los días no emocionan. La fruta no es dulce. Los sentidos languidecen. Mi entraña se enoja. Mis piernas se envaran. Los senos reclaman. 
Escribo lo que me da la gana.
Por ejemplo: te quiero
Por ejemplo: me duele
Por ejemplo: a la mierda
Por ejemplo: la vida
Por ejemplo: Tú


Y la tinta se acaba.

miércoles

Imposibles

En la vorágine de mi mente, en esa masa gelatinosa de tonos grises tres veces traicionera -como en mezcladora-, el NO casi se me convierte en un SÍ. El deseo me confunde para transformarse en duda eterna. Sé que todo tiene un derecho y un revés, pero al parecer en mí todo es al revés y lo revés es lo derecho. Algunas veces mis certezas se nublan, mis debilidades son más fuertes, las emociones ceden ante las razones (y al revés). El sentimiento queda sometido ante los hechos porque son los hechos los no cambiables. Digo con franqueza sí y me conviene decir no; lo uno y lo otro me gustan; lo uno y lo otro son opuestos; lo uno y lo otro son iguales. Quiero ambas cosas y no quiero ninguna. Soy gris, (ni blanca, ni negra), soy tímida, soy insegura, soy miedosa, soy lenta.

Soy química rara que todo lo que toca lo transforma en imposibles.

martes

Hablando de detalles

Cuandolascosasnovanacompañadasdeldetalle
massencillooelmasespecificonoscuestatrabajo
entenderlascosasdentrodeunaconvivencia
llevadosporlacotidianidadperdemoselcuidado
ynosdejamosllevarporlosgrandesgestos.

Así como en este texto, en el cual las palabras, por sencillas que estas sean, no van acompañadas de su acento, de su tan celoso E S P A C I O , de su punto y aparte (o seguido); no están sentadas junto a su coma; se hacen bolas las altas con las bajas; obviamente nos da pereza seguir leyendo, y las letras (por mágicas que sean), se convierten en sólo eso: caracteres unidos sin sentido, sin la fuerza necesaria para darle ese chasquido que suene en tu cabeza y te haga despertar del letargo y seguir con la lectura.

Y es que, son los detalles el combustible para convivir con otros. La mayoría de las veces no nos detenemos a observar, no les permitimos que nos cambien, que nos enseñen; simplemente los ignoramos por falta de tiempo, de interés, de paciencia, por escasez de fe.

A final de cuentas, si en un texto cuidar el detalle de una coma, un punto, un E S P A C I O es importante, en el día a día son esos pequeños /grandes detalles los que le arrancan una sonrisa a alguien y…

¿A quién no le gusta hacer sonreír a las personas que quiere?

domingo

De noche...

Ellos, tenían la costumbre de encontrarse de noche…

A esa hora, en la que todos los gatos son pardos y la oscuridad lo permite todo.  Eran los momentos en los que podían descubrirse, inventarse, tutearse; sabían divertirse y llevar vidas paralelas.  Era en esos ratos de acoplamiento lunar en los que reían, se contaban secretos, bebían café y se hacían el amor salvaje y misteriosamente.

Se enredaban en afectos jamás vistos. Él tenía un nombre y ella se decía Mariela; pero nada era cuestión de datos, sino de encuentros furtivos  llenos de palabras, emociones y expresiones de esa otra parte de la vida que, usualmente, se escapa con la luz del día… 

viernes

Feliz día


...MAMÁ (q.e.p.d.)