lunes

El instante...

Esta noche no me ames...

Sólo toma mi mano, sólo seca mi llanto
Sólo deja que pose mi cara en tu pecho
y que mis ojos se queden quietos
tras el beso tibio que recreo en cada ausencia.

Hoy, mi única posesión es el instante:
el instante que sobrepasa…

Nada me aflige ya, he sido directa y honesta
frágil por dentro, engañosamente bella por fuera
como la rosa, como el rojo del vino
como la sangre, como el cáliz bendito.

Mis remordimientos son ligeros,
como los pétalos al caer.
No, no hay que preocuparse
porque así como las rosas que hoy abrieron
regalaron su aroma y matizaron los campos,
tras la intensa lluvia del otoño
habrán dejado su semilla y se habrán marchitado.

Así que, hoy, mi única posesión es este instante:
Este instante que me sobrepasa…