sábado

Hoy

Tus ojos traspasaron los míos de manera distinta,

nos regalamos hermosas miradas largas.

Dejamos el pasado a un lado,
para abrirle una puerta al futuro
que quizá aún incierto es,

pero tapizado de aires nuevos,

envuelto en sensaciones desconocidas.

Hoy tengo ganas de que te aferres a mi cintura
con la fe de no soltarte jamás…

Quiero que seas tú el que me entienda,
el que me quite este traje gris
y me acompañe a soñar despierta.

Hoy, quiero regalarte mis labios,
que los beses hasta deshidratarlos, evaporarlos
y hacerlos comulgar con los tuyos
a manera de experiencia religiosa.

Hoy quiero que escojas ese rincón secreto
para besarlos de nuevo…

una y otra, y otra vez...

¿Hay algo malo en ello?

Hoy, nos dimos caricias etéreas, sutiles
apenas nos rozamos...,
sin embargo escuché un suspiro contenido;
nuestros alientos entrecortados
para mirarnos de nuevo
y descubrir que solos no estamos.

Tragamos saliva y tratamos de reprimir
la sinuosa respuesta de nuestros cuerpos;

el sensual olor del nerviosismo,

el silencio de las palabras,

traduciendo el lenguaje en miradas,

y a ratos hablar para asegurar con voz
lo que para entonces…,

Ya era evidente…

Confirmarnos que...¿?