domingo

Lunes de "terror"

Y bien, miremos con expresión dominical el lunes que se aproxima.

Necesito un espejo de Alicia para entrar yo misma en otra dimensión, quizá una realidad "alrevesada" en formas. Es decir, desestratificarme y saber que sigo siendo yo, pero que no tengo un hermano de nombre Daniel, ni que vivo en el Río Nazas. Pensar en uno en otras circunstancias; en otro país y en otras épocas. Pensar en nuestros "yo" más a manera de subconsciente, rescatando la intuición: el "me late que...". Creo firmemente que los "humanoides" tenemos muchas personas dentro de uno mismo y, si se puede imaginar, se puede hablar de ello.

Y a todo esto, ¿qué tiene que ver con mi lunes de terror?

La respuesta es mucho más simple de lo que parece: Hay que levantarse temprano, parecer natural junto con los cuatro mil terrícolas que están allá afuera apunto de lanzarse al bullicio citadino; sonreír de vez en vez y disfrazarse de interés. Cuando una se acostumbra no es tan malo como se lee; al contrario, es una fortuna el tener tantas vidas dentro de uno mismo: salen al rescate justo cuando se les necesita y lo metódico de la labor, hasta puede resultar "estrambóticamente" agradable.