martes

Seco












Poquito a muchito o muchito a poquito nos fuimos engarzando; nos metimos en los resquicios del otro. Con la yema de los dedos tocamos nuestros rincones y lo acaparamos todo. Fue tanta nuestra voracidad y tal nuestro ahinco en tan poco tiempo que, a final de cuentas, el denso enramado se fue deshidratando... Quisiera saber qué siente el roble ante estas circunstancias.




Imagen: "Life´s like a tree"

5 comentarios:

JJ Ibarias dijo...

solamnente sentirá la SEQUÍA! o a veces una fuerte lluvia cobijante....

saludos.. !!!

Exenio dijo...

"Lo que no mata, fortalece" (popular)

Ni hablar, a veces un pequeño "fuego" es necesario para irse desprendiendo de lo no necesariamente escencial; lo bueno es que, con paciencia, solo queda esperar el nuevo brote (si lo hubiere).

Unknown dijo...

A lo mejor queda un ¨botón¨ que regándolo un poco, florece, ¿no? Los robles viven por mucho tiempo.

Pedro Miguel dijo...

Hay una pequeña fábula musical que cuenta la parte del roble y te la mando, junto con un abrazo, para el momento de sequía.

Anónimo dijo...

Me gusta tu manera de escribir. Es difícil llegar al punto exacto en que un texto es sensible pero no cursi. Bien logrado.