viernes

Reflexión con café

Cada noche que llego a casa, ya cansada, lo primero que hago es cambiar los tacones por unos calcetines, el sostén por camiseta, me desmaquillo y me siento en el banquito de la cocina. Mientras el café queda listo, repaso las horas: lo que hice, lo que me faltó por hacer, las palabras no dichas que me guardé, las que solté, los silencios que rellené con algún chistorete o con lo que no quería decir. Suelo pelearme conmigo por largo rato hasta tener la capacidad de poner nombre a las cosas que me pasan por dentro; a los sentimientos, a los pensamientos, a las emociones. Me gusto cuando soy capaz de traducirlos en palabras, y compartirlas. Es verdad que al hacerlo me convierto en hoja en blanco donde se dibuja un mapa con puntos débiles, pero creo que a quienes me rodean les facilito las cosas, es decir, no tienen que jugar a adivinarme constantemente. Sé que pierdo seducción y atracción, porque no hay siete velos que levantar para conocerme, pero en respuesta gano confianza y cercanía que me hacen, a final de cuentas, un libro abierto de generosa lectura. ¿o no?

5 comentarios:

Exenio dijo...

si?

Gaviota dijo...

Pues sí y no.... a veces el ser tan transparente nos hace blanco fácil.. para darnos justo en el centro del corazón y ¡¡ouch!! duele..

Un abrazo,

Unknown dijo...

Una sirena.

Eso eres, María. No tienes malas intenciones nunca, eres abierta, comprometida, sencilla y muy muy honesta. Especies en peligro de extinción.

De acuerdo con Gaviota, habemos quienes abusamos (sin querer) de personas como tú. Me arrepiento de Francia y sabes el motivo... no imaginaba ni tantito la consecuencia.

Ando por Barcelona, voy a México en septiembre, con miras a quedarme, espero podamos coincidir para platicar.

Adr

JJ Ibarias dijo...

Que bonito log de tus noches! Me gustó mucho como para un post! Me da gusto leerte, como siempre, muy padre! Yo te podría decir, como adelanto a un nonato post, que en la noche cuando llegaba del consultorio, despúes de dejar mi maletín a un lado de la escalera, es ir besuquear a mis hijos, para entonces dormidos (no todas las veces), conversar con mi mujer los pendientes de la casa, planear las actividadades de pasado mañana y revisar las de mañana, leer mis artículos médicos, y a devorar los noticieros online. Posteriormente, subir a los niños a su habitación, Y DISFRUTAR DE LA VIDA CONYUGAL! que no diario, pero se disfruta no?, y ya después, antes de irse a la cama formalmente... pues un caballito de Brandy Torres 10 para cerrar una noche con broche de oro!

Saludos!

Clarice Baricco dijo...

Y en tu mapa yo veo olas...y sabes? cada vez que tomo café, todo el día, te recuerdo.
Contagias mucho.

Besos.