domingo

Mis días en Pátzcuaro

Bueh…

Pues ya estoy de vuelta luego de pasar unos descansados días en un lugar que, a mi gusto, es fantástico.

Si bien, de pronto me ha entrado la loquera de subirme a un camión y alejarme de la ciudad por un rato, nunca lo había hecho por mis propios medios y manejando sola. Y la simple idea, me atrajo. Buen pretexto para pensar ciertas cosas.


Llegué por carretera a la ciudad de Morelia, hice una rápida escala (al baño) y como una hora más tarde llegué a mi destino: Un hotelito de esos ecológicos con apenas 10 habitaciones. La atención del lugar fue de lo mejor, y los inquilinos con los que me tocó compartir, eran realmente muy divertidos. La pareja (envidiable) de adultos mayores enamorados el uno del otro; el grupo de chavos hippitecos, todos metidos en dos cuartos; los recién casados; un par de alemanes simpatiquísimos; una familia con hijos adolescentes; un gringo y una gringa (que no dejaban de tomar fotos) y yo. Hicimos un buen grupo. Por las noches, nos juntábamos en el lobby (si se le puede llamar así), nomás a charlar y beber cerveza. Como yo era la única invitada sola, siempre me tomaron en cuenta para todo.

Caminé hasta que mis pies pedían auxilio, y si el hambre me asaltaba, me acomodaba en algún restorán y pedía la especialidad del lugar. La base de mi alimentación fue pescado blanco y las famosííísimas corundas de maíz. Pero lo que me encantó fueron los postres, el chocolate, y por supuesto, el cafecito…

El viernes fueron las procesiones de Cristo. Por la noche se realizó la “Visita de los siete templos”, pues según la liturgia católica, esa noche Jesús fue tomado preso. Yo no sabía nada de esto y pus ahí voy…

Me encantó la arquitectura de toda la ciudad, como del siglo XVI todo muy homogéneo. Se me hizo especie de utopía en la que todos somos iguales; básicamente sobresalen estos tres elementos: adobe, teja y madera. Visité la Plaza Vasco de Quiroga, la Plaza Gertrudis Bocanegra, la Basílica, la Biblioteca Pública, el Museo de Artes Populares, la Isla de Janitzio (y me faltaron un chorro de lugares). Es un verdadero paisaje ver a los pescadores hacer su trabajo con sus redes (enormes) en forma de mariposa. Tuve suerte, porque cuentan que, ahora es sólo espectáculo ocasional en las celebraciones de Semana Santa y Día de Muertos.


La pasé chidín…


¿Pensé lo que tenía que pensar? Uy sí, sin Internet, NADA es igual...




Intento de conversación entre alguien y María en un café:

Alguien- Hola, ¿eres de aquí?
María- ¿de aquí de Pátzcuaro?
Alguien- No, de México.
María- Claro.
Alguien- Pero eres muy guapa.
María (sorprendida por tanta estupidez)- ¿Y qué, las mujeres de México no te parecen guapas y andas buscando turistas para ligar? Pues ¿qué crees?, soy mexicana y NO he venido a ligar…

Pd. A´i les debo las fotos, no me llevé cámara y las de mi celular las bajé y son un asco, TODAS. Espero que el par de gringuitos que me tomaron hartas fotos me pasen alguna y la pueda compartir.

4 comentarios:

JJ Ibarias dijo...

Estás bonita y talvez en el DF no desentonas con tus congéneres, pero en provincia, has de brillar como una estrella más del canal de las estrellas... Y si bien es cierto que tienes un aire luceril... añádele!

Pobre paisanito, según el te estaba chuleando y ciertamente, metiendo aguja para sacarte el hilo!

Saludos María!

Hernández dijo...

¿Dónde está María?

Exenio dijo...

mmm...


P.S.- Dejé lo mejor para el final...

Clarice Baricco dijo...

jajaja...buena respuesta.

No conozco esas tierras, muero por conocerlas, ojalá algún día.

Bien por tu descanso.

Besos.