martes

Increible

Hoy en la labor, descubrí que respiraba hondo y despacito, muy atenta para que no se escapara; vigilando mis latidos. Ponía parapetos en ventanas y puertas corporales. Era precioso vivir ese calorcito como de estar en una cama, tapada por las sábanas hasta arriba y cobijas cuando hace mucho frío. Sentía la relajación de un cuerpo feliz y mimado, la caricia aún reciente bien impresa en mis células cutáneas, y la sangre irrigando mis sentidos. En las cuencas de mis ojos seguían alojadas las flores de colores, los dulces de sabores y las imágenes que iluminan el cerebro: había terminado de hacer el amor contigo.

(creo que comeré hongos más seguido)

3 comentarios:

JJ Ibarias dijo...

Wow! Quien fuera él!
Muy bonita forma de plasmar algo tan bonito, solo con palabras...

Es el amor... Lástima que esté en peligro de extinción!

Exenio dijo...

Reitero, pero acoto: mereces más que dodecasilabos ...

:-D

Anónimo dijo...

Una manera hermosa de describir pensamientos que nos asaltan de repente.