sábado

El edificio de la esquina


¡Cuántos recuerdos en ese portón de la esquina!...

Fue el primero que me vio llegar al barrio pequeña.
Sin decir nada soportó los golpes del balón en la cascarita dominguera.
Me miraba en silencio pasar con mis amigas y hasta me ofreció un escalón para sentarme a platicar…

Fue cómplice de algunos secretos y testigo de charlas importantes hasta altas horas de la noche…

Ahhh… el edificio de la esquina

Día a día me miraba pasar, a veces guapa y perfumada…, otras no tanto…

Las ventanitas de ese edificio, para mi imaginación ojos reveladores me veían caminar del brazo con mis primeros amores y de nuevo -sin pedir permiso- hacía uso del escalón para sentarme a sorber el helado de limón que el enamorado llevaba para mí…

Le vi transformarse también. Le salieron arrugas como a mí. De vez en vez pintan la fachada, como hago yo. Pasó de moda, pero los años lo hicieron lucir radiante y hermoso. No dudo que haya tenido épocas malas, pero ahí sigue, de pie y de una sola pieza..., sin duda buena madera. Sé que tuvo muchos inquilinos queriendo comprarle…, a nadie se vendió…

Y ahí sigue, siendo mi secuaz, mirándome con sus ojos-ventanitas entrecerrados por los años. Continúa viéndome crecer y pasar por sus afueras a diario..., (de la mano con mi nuevo amor). Prosperando. Pasando de moda. Enamorándose. Abriendo sus puertas a quien quiera entrar. Ofreciendo su escalón, con la única condición de ser cuidado y respetado…

Quizá algún día dejará de existir, quizá el nuevo inquilino, celoso de compartir el famoso escalón, le ponga una valla. Todo se transforma, envejece y muere. Pero mientras eso sucede, cada que pase por su portón, un saludo cariñoso, lleno de recuerdos dejaré…

Ahhh…, el edificio de la esquina.


4 comentarios:

Hernández dijo...

¿Y por qué nunca nos hemos sentado en ese escalón?

María dijo...

Am...igo José Hernández.

¡Maestro de maestros!...

Cuando gustes nos sentamos a sorber una nieve de toronja tu y yo.

Bueno, si aceptas... si no, pus no

Anónimo dijo...

Guak... Toronja... Es el edificio ese todo dado al catre que esta en una esquina que tiene unas escaleroootaaas donde solias juntarte con las hermanas de linda y a mi me llevabas de chaperona?

María dijo...

Hermanaaa...

¿Apoco no te acuerdas de las deliciosas nieves de toronja de Río Danubio?...

Y sí, es el mismo edificio, pero los escalones no son altos; lo que pasa es que tú estabas rete chiquitina...
¡Cómo pasa el tiempooo!

Te quiero hermanita