lunes

Ven


Lo sé, trasciendo sin ti y me quedo sin habla.
Debo dejarte a un ladito.
Seguir junto a ti sin estar.
Cobijarte sin darte aire.
Ser tu esfinge, tu peón.
Seré la figura que entre sombras vela tus sueños.
Seré los brazos que te rodean sin que sientas que te protejo.
Duermo a tu lado sin que notes mi presencia,
te miro y te cuido, te observo y sonrío.


Tus ojos, redondos y pequeños,
se clavan en una especie de intersección en mi deseo.
Tu boca entreabierta, entrecerrada
No ha sentido el beso húmedo que te dejo.


A veces, hay que perder algunas monedas,
un poco de tiempo, unas tardes soleadas…
A veces, nos encontramos un corazón,
un caramelo, un dije, una caída de sol…
A veces, nos encontramos con la saciedad
de comer un chocolate a mordidas…
y encuentras la felicidad
Que no da cabida a los jamases
Ni a los nuncas


Ven, amor, siéntate conmigo a la mesa.
Sube los pies a la silla.
No comeremos ahora, no es necesario.
Vamos a mirarnos
Vamos a gritar
Vamos a cantar
Vamos a contar cuentos del alma…
Platiquemos de ideas que no sé explicar
Tortúrame con tus palabras.


Tu cuerpo se acomoda al mío
Como caracol
Y me dejas escuchar al mar muy dentro de ti
El suave y recio sonido del mar.


Vienes y acaricias mi cara
Para memorizarla…
Vienes y guardas tu distancia
Para reventar como burbuja
Y tus ojos redondos y pequeños
Me miran otra vez
Y los acaricio

Porque ya estás triste otra vez…

2 comentarios:

Exenio dijo...

A veces...

El Chamuco dijo...

Al leer esto, te sentí más maternal que amorosa..., quiero decir, con un amor más maternal que de pareja. Supongo que a veces la línea entre ambos es muy delgada.
Felicidades.