sábado

Muñeca rota.

Muñequita rota, de ojitos tristes, cabello alborotado y manitas maltratadas…

¿Qué te ha pasado? ¿Dónde quedó tu sonrisa y tu calor?


Te escondes en el fondo del armario para que nadie note tu presencia, aunque tu presencia es la esencia de pupilas ajenas. Te escondes en tu soledad y en tu llanto para querer volver estar a solas y llorar hasta secarte.


Muñequita rota. Sal a la luz. No tengas miedo, el roba-muñecas se ha ido, y no todo es una mentira. Muñequita rota. Déjate ser reparada; permite que se te acerquen. No tengas temor, no es para dañarte, sino para remendarte.

Muñequita rota, de cara de luna, ojos claros y zapatitos rotos…
Mirada profunda, casi perdida; ves pasar la vida desde el rincón, esperando, esperando, esperando…

Muñequita rota, con sueños de trapo, porcelana o plástico, de vestido raído de princesa, inmortal, encadenada al circo de la sociedad y de ilusión maquillada.

Muñequita rota. De largo camino recorrido, no todo está perdido…, aún hay mucho por andar…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola María!!

Me apasiona la manera en la que escribes, cuantas cosas guardadas en tu corazón, cuanta inspiración, me declaro (y lo sabes) una fan de tus letras.

Rose