Y pus, trato de no pedir demasiado (digo yo), esa etapa ya pasó (creo yo). Sólo quiero que los pensamientos pasen volando sin dejar marcas, que no se me privilegien demasiado unos en detrimento de los otros. Que de tanto en tanto me llamen para saber cómo estoy. Que no me importe tanto la obesidad que me aqueja (je je). Que sea igual de importante hacer la sopa que ser eficiente en mi trabajo. Que este tapón literario pase pronto. Que pueda vivir los minutos en buen estado, sin sentir que son "mejores" los que dedico a otras cosas. Quiero pasarla bien con los que tengo afinidad y con lo que no, pus no (bueno, un poco, sí). Quiero dejar de atribuirme acciones como si fueran dirigidas como proyectil magnificadas a mi persona particular. Quiero dejar de meterme en la cabeza de los demás y dejar de pensar lo que ellos puedan pensar. Dejar de soñar a futuro, caminar encima de los accidentes del piso, brincar las bardas, respirar sin complicarme... Tampoco es pedir excesivamente, ¿o síii?, ¿¿¿se podrá envolver todo con celofán rojo, moño plateado y una notita que diga: Ábrase (con acento en la “a” y con "s", que no es lo mismo que "abrace") de inmediato???
Bueno, si no se puede, me conformo con una pijama calientita (de esas "matapasiones") y unas
Gracias.