nos regalamos hermosas miradas largas.
Dejamos el pasado a un lado,
para abrirle una puerta al futuro
que quizá aún incierto es,
pero tapizado de aires nuevos,
envuelto en sensaciones desconocidas.
Hoy tengo ganas de que te aferres a mi cintura
con la fe de no soltarte jamás…
Quiero que seas tú el que me entienda,
el que me quite este traje gris
y me acompañe a soñar despierta.
que los beses hasta deshidratarlos, evaporarlos
y hacerlos comulgar con los tuyos
a manera de experiencia religiosa.
Hoy quiero que escojas ese rincón secreto
para besarlos de nuevo…
una y otra, y otra vez...
¿Hay algo malo en ello?
apenas nos rozamos...,
sin embargo escuché un suspiro contenido;
para mirarnos de nuevo
y descubrir que solos no estamos.
Tragamos saliva y tratamos de reprimir
la sinuosa respuesta de nuestros cuerpos;
el sensual olor del nerviosismo,
el silencio de las palabras,
traduciendo el lenguaje en miradas,
y a ratos hablar para asegurar con voz
lo que para entonces…,
Confirmarnos que...¿?