Bueno, si no quieren pus NO y ya… nadie los obliga…
Pero…
(wuuuuujú, soy la primera en seguir mi blog, je je)
¿y ahora quieeén, si no soy yoooooooo...?
Bueno, si no quieren pus NO y ya… nadie los obliga…
Pero…
Hace algunos días, mientras miraba detenidamente mi abdomen, con las marcas propias de la maternidad; me detuve a pensar en mi ombligo. Pensé en esa conexión tan importante tanto con el ser que te dio vida a ti, como con los seres a los que les has regalado vida.
Yo era sabia o una sabelotodo -como siempre me decía-, porque respondía a todos sus “por qués”.
Aquí, espero.
Tratando de dibujar el brillo de tus ojos
la mirada perfecta
del amante
del silencio
del testigo del reflejo de mi alma.
hablándote en voz alta
buscándote en un sueño
recreando el candor de tu abrazo.
Imaginando sombras
que asemejen tu silueta,
cómplices
entre espíritus adormecidos.
las que me hacen volar hasta alcanzarte
y me convierto en ave silenciosa
que espera la luz del día
y, a las once en punto,
impaciente sentir tu amor
que me mantiene viva.
Qué desastre hay debajo de mis ojos
de momento se humedecen
entre un te amo reprimido
y el enorme silencio
por debajo de la piel.
Como amo las distancias entre tus ojos
cada pliegue en tu piel,
como amaría tu desamor…
de dos palabras que no sabes juntar.
Amo cada letra ilegible,
cada carta
jamás escrita para mí.
Cada risa y cada diente
cada átomo de tu ser.
con mis manos
con mis uñas
con mis muslos
y mis dedos.
cada beso invisible
cada palabra no dicha
cada frase incompleta...
Gracias de nuevo
por recordarme
que soy un bicho raro
Que dice todavía: Te amo
Las gotas caen una a una sobre mi rostro, un rostro salpicado de manchas de edad acompañado de líneas dibujadas con pincel. Líneas que, con los años se han ido remarcando y son el reflejo de la calidad de los momentos que me tocó vivir.
-Óooooorale, escribe en clave-, decían mis compañeros.