La muerte es lo único cierto, el único final, la verdad absoluta.
Hoy, me siento triste. Hace unas cuantas horas que me enteré del fallecimiento de Alejandro Aura; quien, además de su legado escrito como poeta, narrador, guionista, director de escena y dramaturgo, desde hace tres años, día a día en su bitácora nos narraba el proceso de su enfermedad en la que encontrábamos a un poeta que hablaba como hombre para otros hombres personalizando a la emoción traduciéndola en palabras, mismas que se volvieron como su voz; puras y llanas. Mientras más claras y transparentes fueron, tanto más dolor y tensión seguramente le costaron.
Lloré. Lo admito. Pero, es cierto: suelo llorar de todo y por todo. Pessoa, si aún viviera diría que soy “ridícula”, José dice que soy una “chillona”. Chillona, ridícula o cualquier otro calificativo que usted tenga a bien colgarme, mis emociones se vuelven a sacudir y me dan otro fuerte golpe en el rostro: fallece el dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda, hasta ayer, presidente de SOGEM, presidente de la Federación de Sociedades Autorales, vicepresidente de la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores, miembro de CONACULTA así como de la Academia Mexicana de la Lengua y del Consejo Consultivo del Instituto Mexicano de Cinematografía. Luchador incansable por la cultura en México, guionista, abogado y promotor de la Ley del Libro.
Ellos, fueron de los que aprendieron a vivir la vida viviendo, como niños. Aprendieron a exprimirle la salvia a las horas, a los minutos, a los segundos. Se alejaron de los falsos metales y se acercaron al respeto y defensa de las palabras, fueron libres. No tuvieron pena a la hora de irse, ni remordimientos… hicieron valer su oficio.
Se fueron como los grandes.
3 comentarios:
[1] Bienvenida al club...
[2] Se acaban los héroes...
...V_V
Mariquita.
Cierto, unas terribles pérdidas las de estos días. En SOGEM estamos de luto, pero, Vienes el lunes?
Acá en Chile acaba de fallecer el poeta Osvaldo Ulloa arrojándose al vacío, cansado de luchar por la cultura, por un lugar donde la poesía y la belleza sean el verdadero reino donde las causas sean la fe. Nos dejó él, pocos y nadie conocieron de su existencia, a final de cuentas, su lucha de toda la vida pasará en el olvido tal vez, al igual que los poemas inéditos suyos encontrados en su bolsillo, pasará en el olvido tal vez, nosotros seguiremos aquí, pensando en aquel reino donde moraremos como aquellas flores invisibles que brotan y cantan para recordamos que todos formamos parte del mismo episodio, y nadie está demás.
Un abrazo.
Publicar un comentario