lunes

No seas prejuicioso...



A veces, actuamos de tal o cual manera movidos por el prejuicio. Si bien, son filtros que están dentro de una sociedad que nos permiten llegar a una conclusión rápidamente y que son aprendidos con base en lo que dicta tu entorno..., muchas veces sin cuestionarnos si son ciertas o no, es lo que hemos adquirido a través de las generaciones...

Los prejuicios son la clave de la discriminación en todos los sentidos

En lo laboral, el prejuicio está hasta en la búsqueda misma del perfil del trabajo a desarrollar. Los más azotados por el prejuicio laboral, tienden a ser los más jóvenes y los más viejos. Si eres muy joven; eres disperso, necesitas tiempo libre, poco comprometido. Eres un excelente candidato para sudar tu juventud, recibir sueldos de miseria y no hay ningún control en la contratación.
Si ya eres más entrado en años y gozas de experiencia, horas de vuelo, callo en tu labor; también vas en la contra porque eres más resabido, tiendes a hacerte apático, puedes enfermar en cualquier momento. Excelente candidato para explotación y sueldo de miseria. El empleado más grande en edad, es mucho más auto suficiente, su capacidad de decisión es mucho más asertiva y el compromiso por el empleo mismo es mucho mayor..., pero ¿Eso qué importa?


Y... ¿Qué hay de los prejuicios religiosos?...
A manera de comentario personal, si éstos fueran eliminados, erradicados completamente, todas las naciones muy pronto gozarían de verdadera paz y concordia ...

O, de los prejuicios sexistas, racistas, homofóbicos, incluso políticos...


Me llamó mucho la atención el siguiente ejemplo que leí en "Algarabía":

Metemos a cinco monos en una jaula, en la que colgamos un plátano y colocamos una escalera. No va a pasar mucho tiempo para que uno de los monos intente subir la escalera en búsqueda de un plátano, pero, en cuanto comience a escalar, bañamos a los demás con agua fría. Poco después, un segundo mono intentará la maniobra y, una vez más, los otros mono serán mojados con agua fría. Muy pronto, cuando un mono intente subir, los demás tratarán de detenerlo, pues con base en sus experiencias, suponen que serán mojados.

Ahora sustituimos un mono de los cinco originales. En cuanto éste vea el plátano, tratará de subir, pero, para su sorpresa y horror, los otros lo atacarán para impedirlo. Después de un segundo intento y embestida, sabrá que lo golpearán si intenta subir por la fruta. Entonces, reemplazamos a otro de los monos, que también tratará de subir por el plátano. Inmediatamente, los otros lo atacarán y lo peor de todo es que en este acto participará el mono golpeado en la ronda anterior sin saber siquiera por qué. Y así seguimos sustituyendo monos hasta que no quede ni uno solo de la ronda original y sin necesidad de rociarlos de agua, su comportamiento será el mismo aunque no entiendan el por qué. De ese modo lo han aprendido y se ha convertido en una norma establecida.

Así inicia un prejuicio. Pre-juzgamos sin analizar, porque eso es lo que se nos ha enseñado. Es una evaluación preconcebida por las personas hacia las personas. Y aunque los prejuicios nos han permitido el desarrollo y ciertamente forman parte de una sociedad, no se debe de usar por conveniencia, para desacreditar, para descartar, o para dominar a otros.

Si de tanto en tanto nos detenemos un poco más a pensar, a reflexionar y analizar acerca de lo que se nos inculcado, sin duda podremos vivir con un poco menos peso que el día anterior y la buena vecindad así como el respeto por el prójimo será mucho más fluido y alivianado...



Sobre la imagen: No sé nada sobre la imagen
la googleé y me gustó.
Si es tuya, reclama tu derecho.

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