Aquí, espero.
Tratando de dibujar el brillo de tus ojos
la mirada perfecta
del amante
del silencio
del testigo del reflejo de mi alma.
hablándote en voz alta
buscándote en un sueño
recreando el candor de tu abrazo.
Imaginando sombras
que asemejen tu silueta,
cómplices
entre espíritus adormecidos.
las que me hacen volar hasta alcanzarte
y me convierto en ave silenciosa
que espera la luz del día
y, a las once en punto,
impaciente sentir tu amor
que me mantiene viva.
2 comentarios:
Precioso María, ese esperar imaginando, ese creer que todo estará bien, a la hora señalada...
besos
¿Y sí llegó a las once en punto?
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